lunes, 21 de junio de 2010

MEDIACIÓN Y ARBITRAJE




Por Óscar Casal Lamas
Candidato a Contador




Como ya indicamos en nuestro tríptico, uno de los objetivos de nuestra candidatura es la difusión de las instituciones de la Mediación y el Arbitraje, pues estos medios de resolución de conflictos de forma alternativa a la vía jurisdiccional, son cada día más necesarias a la vista de: 1) la excesiva judicialización de las controversias, con la consiguiente saturación de los Juzgados; 2) la dilación en obtener una resolución judicial firme; y 3) la gran insatisfacción que, en muchas ocasiones, produce el resultado final a profesionales y clientes.

Especial relevancia alcanzan estos procedimientos de resolución extrajudicial de conflictos en el ámbito de controversias familiares, donde son muy útiles para evitar -o, cuando menos, suavizar- la agudización y cronificación de los problemas entre los miembros de la familia, la ruptura de las relaciones entre padres e hijos, los incumplimientos de las medidas establecidas en sentencia... Por este motivo, proponemos la creación de un Centro de Mediación Familiar, que sirva para ayudar a las personas que lo soliciten a solucionar crisis de convivencia, alcanzar acuerdos antes de iniciar las actuaciones judiciales, encauzar el procedimiento judicial por el mutuo acuerdo, facilitar el cumplimiento de las sentencias de separación y divorcio, etc.; facilitando para ello la comunicación entre las partes y ofreciéndoles el asesoramiento y apoyo necesarios, pues como Abogados tenemos la formación y la experiencia necesaria para llevar a cabo de forma profesional y responsabel esta compleja tarea.

En lo que respecta al Arbitraje, como procedimiento alternativo a los Tribunales de Justicia que sirve para resolver de forma pacífica todas las cuestiones litigiosas que puedan surgir entre las partes, también será uno de nuestros objetivos básicos la creación de un Tribunal Arbitral que gestione adecuadamente los procedimientos arbitrales, examinando su procedencia, velando por el cumplimiento de las condiciones de capacidad de los árbitros, garantizando la transparencia e independencia de éstos desde su designación y controlando que el arbitraje se lleve a cabo de forma correcta hasta la emisión del laudo.

Por último, destacar que a principios del presente año el Consejo de Ministros aprobó los anteproyectos de ley de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles y de reforma de la Ley 60/2003, que con total seguridad supondrán un importante cambio en estas materias, potenciando notoriamente su uso, por lo que es necesario hacer especial hincapié en la conveniencia de proceder a la creación y puesta en marcha de estas dos entidades (Centro de Mediación Familiar y Tribunal Arbitral) en el plazo más breve posible, para aprovechar al máximo todas las posibilidades que nos ofrecerá la nueva normativa.